Las uvas con las que elaboramos este vino provienen de viñedos, cultivados con métodos tradicionales de manera equilibrada, cuidadosa y sostenible. Son viñedos de 22 años y se vendimió la primera semana de septiembre a mano en la propia finca. Una vez finalizada la fermentación, el vino realiza una crianza con sus lías finas de mínimo 4 meses, consiguiendo mayor complejidad y volumen en boca.
Este vino muestra un brillante color amarillo verdoso. En nariz, destaca por su intensidad y riqueza en aromas, nos recuerda a las frutas maduras, tropicales con un fondo floral de flor de azahar y jazmín. Frutos más maduros en boca, cremoso con buena estructura, destaca por su frescura propia de su suelo calizo, acidez equilibrada y un final de boca largo y sabroso.
