la garnacha autóctona de Albacete produce vinos ligeros. En este caso, debido a la vendimia nocturna, a mano y en cajas pequeñas, llegó a bodega tan limpia de bacterias que de forma natural no arrancó la fermentación maloláctica, por lo que se trata de un tinto muy frutal, fresco y diferente (con una tasa de acético prácticamente nula). Esto hace que su temperatura recomendada de consumo sea más baja de lo habitual para un tinto(12-13 ºC). Y por todo ello, su maridaje también es atípico para un tinto: acompaña sorprendentemente bien arroces, mariscos,pescados blancos, carnes blancas, aperitivos, encurtidos, salazones, pasta, tataki o sushi. Magnolia Garnacha se hizo en una edición muy limitada de tan sólo 1800 botellas
