Los viñedos de Garnacha Blanca fueron vendimiados manualmente en pequeñas cajas de unos 12 kg. A pie de viña se procedió al despalillado y estrujado de los racimos, para introducirlos en la cuba de maceración y transportarlos a la bodega. Una vez allí, se extrajo el mosto flor de primera calidad, y tras su fermentación, se trasegó a barricas de roble donde permaneció 4 meses. Posteriormente el vino fue filtrado y embotellado a finales de agosto de 2017, para continuar su proceso de crianza en botella.
