Los vinos que se destinan a Reserva de la Familia proceden de una selección de viñedos viejos, aquellos que reúnen una serie de características como son un suelo poco fértil que asegure una baja producción (entre 4500 y 5500 Kg. por hectárea). La edad mínima del viñedo es de 45 años.
Color rojo picota muy cubierto. En nariz es intenso y muy complejo.
Destaca sus frutas negras maduras, matices lácteos, reforzados por el tostado de la barrica. Notas especiadas y matices terrosos junto con notas licorosas.
En boca es amplio, con mucho volumen, con un paso sostenido y sin aristas. Final contundente y sabroso donde aparecen notas de
regaliz y chocolate amargo.
