Es un vino casi único en La Rioja, ya que la producción de Garnacha Blanca es apenas testimonial. Un verano fresco y un tiempo perfecto durante la vendimia nos permitió obtener uvas de gran calidad que seleccionamos en la cepa con cero podrido. Ensambla Garnacha blanca (mayoritaria) y resto Viura, complemento excelente para la fermentación
en barrica.
Elaborado dentro de las reglas del arte se hizo un prensado en uva entera (tipo champenois) con miras a potenciar la delicadeza y la elegancia propia de la garnacha.
La fermentación se ha realizado en barricas nuevas borgoñonas.
El trabajo de las lías con el bâtonnage durante seis meses lo ha redondeado y le ha dado estabilidad.
Es un vino austero, personal, limpio, de aromas discretos pero
muy delicados que enseguida abre y desarrolla muy bien en la
copa. Con notas muy justas de buena madera, es suave, sedoso, delicado, largo en boca; en fin, complejidad en la finura.
Un gran 2008 que hasta el 2011 puede beberse con todo su
agrado
y seguramente después.
